miércoles, 26 de marzo de 2008

Barracas al sur: La calle Lanín


Quien alguna vez viajó en el ex Ferrocarril Gral. Roca desde alguna localidad del sur del conurbano bonaerense con destino a la Estación Constitución, quizá se sorprendió mirando por la ventanilla, las calles de Barracas, cuando una línea de casas multicolores rompió con la monotonía gris que caracteriza esa parte del barrio.

El próximo 19 de abril el Proyecto Calle Lanín cumplirá un nuevo aniversario desde su inauguración en el año 2001.

La idea del proyecto estuvo a cargo del artista plástico Marino Santa María, quien reconoce haber vivido en Barracas desde que nació. Sin embargo la obra no podría haber sido posible sin la colaboración de albañiles, pintores y otros artistas plásticos.

El Pasaje Lanín nace en la calle Brandsen al 2100 y termina en la Avenida Suárez al 2001 y corre entre las vías del Ferrocarril Roca y la calle Aarón Salmón Feijó. Si bien anteriormente era conocido como Pasaje Silva, el 28 de octubre de 1904 una ordenanza decretó el cambio de nombre por "Lanín" haciendo referencia al volcán apagado en la provincia de Neuquén. Que por el contrario, lejos de ser una calle "apagada" se caracteriza por una erupción de colores fuertes y brillantes. Los frentes de las casas impactan por sus decoraciones con formas abstractas, figuras geométricas, y colores que van desde el azul al amarillo, pasando por el fucsia, el rojo y el verde, que tranquilamente podrían evocar un óleo del expresionista ruso Wassily Kandinsky. Al acercarse a las paredes, detrás de la explosión de los colores, se pueden observar en varias fachadas la técnica del mosaico veneciano.

El proyecto comenzó cuando Santa María decoró el frente de su casa ubicado en Lanín 33. Más tarde, el vecino de al lado primero y otros después fueron pidiéndole que también decore las paredes de sus casas. Santa María destacó que los vecinos se fueron entusiasmando con el proyecto cada vez más. La legislatura Porteña declaró al Pasaje Lanín como un espacio de interés cultural.

El objetivo de Santa María fue el de acercar el arte a aquellas personas que no van a los museos y demostrar que el arte puede convivir con la vida cotidiana.

Antiguamente los espacios para exponer obras artísticas estaban sacralizados, así surgieron los museos, instituciones dedicadas a investigar, exponer y difundir los testimonios materiales del hombre. A partir de la aparición de los centros culturales, las galerías de arte y la importancia que se le da al espectador como elemento que finaliza la obra y le da sentido, los espacios para exponer se fueron desacralizando y hoy en día se pueden apreciar obras artísticas en las calles, en edificios públicos y hasta en las estaciones de subte.

Es importante poder contar con estas demostraciones de arte en el espacio publico, en contacto con la vida cotidiana para poder romper y variar con un poco de color nuestra rutina.